El destete (VII)

 

CONCLUSIONES FINALES AL DESTETE

El amamantamiento es un modelo de vínculo para otros vínculos que tendrá el niño y la niña en su futuro de adulto/a. Si le permitimos separarse en forma natural y no forzada va a desarrollar confianza en su madre y el mundo externo lo que le permitirá una mayor independencia futura. Si los empujamos a separarse antes de que estén maduros, lucharán persistentemente por quedar pegados y veremos reflejada esta inseguridad en su accionar adulto/a, con temores constantes a ser abandonados por los que más quiere o necesita”. (Extraído de Lacmat – Lic. Mónica Tesone, La Leche League International)

 
Cuando no destetar (o los peores momentos para hacerlo)
 
Son aquellos momentos que pueden ser cruciales o de inestabilidad emocional para el bebé, en los cuales un destete podría complicar la situación: 
 
  • Mastitis. Una mastitis es una infección del pecho producida por un desequilibrio en la flora bacteriana del pecho (hasta hace poco se pensaba que el pecho y la leche eran estériles, pero nada más lejos de la realidad), que puede o no presentar síntomas. La mayoría de las veces se presenta como una gripe, con fiebre y malestar, además de enrojecimiento y dolor en el pecho, pero otras veces es asintomática, o incluso se presenta como un dolor o pinchazos en el pecho al dar de mamar.En este caso el destete está totalmente contraindicado, porque empeoraría la situación, y además la leche “contaminada” es perfectamente tolerable para el bebé.
  • Enfermedad del bebé. Precisamente en esos momentos es cuando su sistema inmunológico necesita más ese refuerzo para sanar lo antes posible. El cuerpo de la madre es muy sano y es capaz de darle al bebé lo que necesita en cada momento, aumentando el factor inmunológico o nutricional según sus necesidades
  • Incorporación de la madre al trabajo. La separación de su mamá es un momento delicado para el bebé, y la separación del bebé lo es para la mamá. Si se puede, al menos sería bueno conservar la toma de la mañana y la de la noche, de manera que el vínculo se mantenga y ambas partes noten menos el cambio, como una forma de compensarse ambos por todo el tiempo de separación. Ciertamente puede ser un esfuerzo, sobre todo si el bebé aún no ha comenzado a comer y se pasan muchas horas fuera, pero también tiene muchas compensaciones, ya que el amamantamiento le transmite al bebé mucha seguridad y confianza, y les ayuda a ambos a afrontar las horas de separación
  • Incorporación del bebé a la guardería. Sobre todo si coincide con lo anterior, pues el sistema inmunitario del bebé va a necesitar un aporte extra de nutrientes y su equilibrio emocional se puede ver afectado con tantos cambios.
  • Nacimiento de un hermano. Si un bebé o niño está mamando cuando se produce un nuevo embarazo, el destete (de desearlo la madre, pues como ya hemos dicho no es imprescindible) debe darse antes de que nazca el bebé. Si no es así, el mayor puede sentirse desplazado por el pequeño y acentuar así sus comportamientos naturales de celos y regresión ante el acontecimiento. Incluso aunque ya se haya destetado, puede ser que desee volver a probarlo cuando nazca el hermano, aunque en muchos casos simplemente quieren un ratito de contacto y hacer lo mismo que el pequeño, pero luego enseguida perderán interés y se irán hacer otras cosas que les interesen más (o no!)
 
Mitos y prejuicios
 
Hay muchos temores y miedos acerca del amamantamiento prolongado, sobre dejar que el bebé tome la iniciativa para destetarse, o sobre compartir con el niño la cama familiar, pero ninguno de estos temores o prejuicios tienen una base científica sobre la que sustentarse, más bien al contrario. De hecho, se trata de nuevas áreas para investigar en el campo de la biología y la psiquiatría.
 
Si bien es cierto que la succión del bebé afecta el cuerpo de la madre (hay investigaciones que sugieren que la madre que amamanta segrega polipétidos -incluyendo endorfinas- que cambian su genio y receptividad), esto no es sino un signo positivo que le produce un sosiego que facilita el amamantamiento1. Hace pocos años que estamos comprendiendo que los cambios hormonales que se presentan con la experiencia de la lactancia facilitan el apego madre-hijo.
Respecto al niño,mitos como que la “lactancia prolongada crea excesiva dependencia de la madre”, que “malcría” o que a partir de los 6 meses la leche es “agua” sólo sirven para que muchas madres avergonzadas continúen dando el pecho a escondidas. En algunos sectores religiosos radicales incluso se presiona a las madres para que abandonen esta práctica por considerarla pecaminosa o inmoral, como si la alimentación materna natural tuviera algo que ver con el sexo. Incluso desde ciertos sectores de la psicología se le atribuye a la lactancia materna prolongada ser la causa de problemas de identidad sexual posteriores. Todos estos argumentos son totalmente falsos, ya que no existe ningún estudio científico que los avale2.
 
Actualmente partimos de la idea generalizada y errónea de que los padres debemos lograr la independencia del niño en los primeros dos o tres años, pensando incluso que deben ser ya independientes aún a los seis meses. Esta idea es errónea porque ningún niño puede ni debe ser independiente a tan temprana edad, ya que no está preparado para ello, y obligarle a una “falsa independencia” sólo contribuye a crear adultos inseguros, miedosos, dependientes e incapaces de mantener relaciones emocionales sanas y constructivas, como demuestran las investigaciones de Mary Ainstworth3, o los doctores Newton y Ratner4
 
El amamantamiento prolongado tiene sin embargo aplicaciones muy interesantes en la búsqueda de la seguridad interior. Según nos recuerda Carlos González5no existe bibliografía que demuestre: a) Que la dependencia madre-hijo es patológica, b) Que es más frecuente en niños que maman dos años. Si por “dependencia” entienden que el niño sufre al separarse de su madre, eso es cierto para todos los niños sanos. En Child Care and the Growth of Love, Bowlby explica: “En los estudios de los niños evacuados de entre 5 y 16 años, realizados durante la última guerra, se observaron suficientes respuestas adversas para (…) hacer evidente que los niños de esta edad todavía no son emocionalmente autónomos.” “Mientras hay motivos para creer que todos los niños menores de tres años, y buena parte de aquellos entre tres y cinco, sufren por la deprivación [del contacto con su madre], en el caso de aquellos entre 5 y 8 es probablemente sólo una minoría, y surge la cuestión: ¿por qué unos sí y otros no? Contrariamente a lo que encontramos en los más jóvenes, entre los niños de esta edad, cuanto mejor la relación con su madre, mejor toleran la separación.”
 
De hecho, “se sabe que los/as chicos/as con una lactancia prolongada demuestran un ajuste social más fuerte y consistente. La lactancia prolongada está relacionada con menores escalas de ansiedad en estudios con jóvenes adultos”6
 
La otra idea común que sobrevuela nuestra sociedad acerca de la lactancia prolongada es que los niños pueden volverse afeminados y con problemas con su identidad sexual. Por supuesto que algunos niños pueden presentar estos problemas, pero no serán los que han tenido una crianza adecuada, porque a ellos se les ha brindado la oportunidad de elegir su camino sin sentirse presionados. Serán sin embargo niños que han sido limitados en forma inusual y severa por los padres. No es algo que esté relacionado con el amamantamiento; está relacionado con todas las otras cosas que están involucradas en la interacción madre-padre-hijo.
 
En resumen, los bebés que han tenido la posibilidad de una lactancia materna prolongada, que han satisfacecho una relación íntima física y exclusiva con la madre, la necesidad de estar con ella cuando más la necesitaba, adquiere después una mayor independencia y seguridad en sí mismo/a, puesto que no ha quedado un hueco emocional sin llenar. Este niño/a tiene bases muy firmes de seguridad y cariño lo cual le permitirán ser una persona independiente y con una autoestima sana a lo largo de su vida7.
 
1 Justin P. Call, MD. “Tabúes y Temores Acerca del Destete Tardío”. New Beginnings. Enero – Febrero 1988. Nuevo Comienzo. Noviembre – Diciembre 1990.
2 “La lactancia prolongada y el destete”. Curso On Line. Fedalma
3 Justin P. Call, MD. Opus cit
4 “La lactancia prolongada y el destete”. Curso On Line. Fedalma
5 Ibídem
6 Texto del grupo de apoyo Amagintza. http://www.obstare.com/varios/revistas/Destete.pdf
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Acerca de Multilacta Lactancia Materna

Multilacta Lactancia es un grupo de apoyo a la lactancia materna fundado en 2007.
Desde 2003 trabajó como proyecto especializado en apoyo a la lactancia materna en caso de partos múltiples (gemelos, trillizos o más múltiples)
Desde 2007 es un grupo de apoyo generalista con especialidad en este tipo de lactancias.
Cuenta con grupos de apoyo en Madrid y León.

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