El destete (VIII)

 

                            CONCLUSIONES FINALES SOBRE EL DESTETE

Con esta entrega acabamos la serie dedicada al destete, que realmente toca otros muchos temas relacionados con la lactancia. Esperamos que os haya sido útil

Sólo es capaz de realizar los sueños el que, cuando llega la hora, sabe estar despierto”
León Daudí (1905-1985); escritor español.
 
¿Son necesarios el biberón y la Lactancia Artificial? ¿Y los lácteos y la leche de vaca?
Si nuestro bebé se desteta con menos del año y medio, sus necesidades de leche siguen siendo tan importantes que se hace necesaria la sustitución de la Leche Materna por Leche Artifical. Dependiendo del tiempo que tenga el bebé y de los alimentos complementarios que ya tome, el biberón será o no necesario para administrarle esa dosis necesaria de leche, aunque en muchos casos la tetina se convierte en una alternativa a la teta de mamá que les permite calmar sus necesidades de succión.
En estos casos, tendremos que buscar la leche que mejor se adapte a las necesidades de nuestro bebé, pues algunos niños no toleran ciertas marcas por los componentes que presentan, mientras que otras no les producen tantos problemas. Además, es mejor no experimentar con preparados a base de soja u otros productos, no olvidemos que la L.A. debería ser, como los medicamentes, recetados por el médico en función de las necesidades del lactante, y no elegidos al hazar por motivos comerciales…
Si el bebé ya pasa de los dos años, la decisión de ofrecerle leche de vaca y lácteos dependerá de la familia, pero en principio, y a pesar de las consignas médicas de los últimos 50 o 60 años, no es necesario tomar lácteos. Como ya comentamos al principio, a partir de los 6-7 años de edad ningún organismo, si no ha sufrido una mutación evolutiva, tolera lácteos, y menos de especies diferentes a la suya. El hecho de que los occidentales (hay culturas que nunca han tomado lácteos y no los toleran bien, como la japonesa) tomemos leche de vaca, de cabra o de oveja, se debe a una mutación evolutiva que no todos los organismos poseen, y por eso hay un porcentaje importante de la población que tiene intolerancia a la lactosa o alergia a la proteína de la leche de vaca.
Por eso, hay que tener en cuenta tres factores importantes:
  • La leche no es una bebida, si no un alimento, y no se debe ofrecer al niño como acompañamiento de las comidas o en grandes cantidades. El motivo es que el consabido calcio, que tan buena publicidad ha tenido, está presente en los lácteos en cantidades tan grandes que el organismo tiene que hacer un sobreesfuerzo para eliminar los residuos que no utiliza como nutrientes; este es el motivo de que el calcio residual se “petrifique” y provoque problemas en el riñón, la vejiga o los conductos urinarios.
  • Existen numerosos alimentos que contienen importantes cantidades de calcio, en muchos casos con mucha mayor biodisponibilidad que los lácteos. El sésamo, las almendras, las verduras de hoja verde, el brócoli, los higos secos o las legumbres son algunos de estos alimentos.
  • Las bebidas con leche comerciales son generalmente excesivamente ricas en azúcares refinados, que constituyen un peligro en grandes cantidades para los organismos infantiles. Esto también ocurre, como comentábamos antes, con las papillas de cereales de farmacia.
 
¿Cómo manejamos las emociones maternas? ¿Y las del bebé? ¿Y cuál es el papel del padre?

Durante el destete, el equilibrio emocional de la familia puede verse alterado, sobre todo si no se tienen en cuenta las necesidades de cada uno de sus miembros.
Respecto al bebé, ya hemos comentado en las estrategias de destete que este cambio puede provocar regresiones o comportamientos adversos que pueden ponernos sobre aviso de que la situación le está superando y no puede manejarla. Por eso se hace imprescindible hablar con ellos, explicarles como nos sentimos, por que queremos abandonar la lactancia (por ejemplo, porque las “tetitas necesitan descansar”) y como les queremos tanto que estamos convencidas de que juntos vamos a conseguirlo.
También hay veces que una petición continua de pecho por parte del niño esconde otro tipo de necesidades. Puede que lo que necesite no sea pecho, sino mamá, pero sabe que pedir pecho es una forma automática de tener mamá. Pero puede que lo que necesite sea un momento de atención exclusiva, un cuento, un beso, una mirada o unas palabras de su mamá.
No hay que olvidar que cada bebé es diferente, y cada díada madre-bebé también, y lo más importante es respetarnos y respetarlos a ellos, que son personas tan íntegras como un adulto.
Respecto a la madre, lo primero que se debe plantear es si realmente quiere destetar o se está dejando llevar por las opiniones ajenas, presiones familiares, problemas con la pareja… De hecho, aunque sea decisión suya, el destete puede producir sentimientos de tristeza e insatisfacción que se esconden para no reconocerlos, minando la concepción que la madre tiene de si misma y afectando a su relación con el bebé o niño.
También es verdad que algunas madres llegan en un momento dado a un estado de insatisfacción en el que sienten que necesitan relacionarse con su bebé de un modo diferente, que no implique el amamantamiento. Puede que la madre experimente lo que se ha dado en llamar “agitación del amamantamiento”, en que la severidad de la reacción varia de ligera (“Por que ya no disfruto amamantar a mi hijito?” a extrema (“Ahhhhhh! Quítenme de aquí a este niño!”). Algunos le llaman incluso repulsión a la lactancia1.
Este tipo de reacciones primitivas pueden acentuarse con un segundo embarazo, en relación a los cambios hormonales y el dolor en los pechos, pero también se da en madres que amamantan a niños más mayorcitos. Puede ser una reacción pasajera relacionada con el agotamiento materno o una insatisfacción y desasosiego que se instaura y no permite a la madre disfrutar del acto de amamantar, e incluso le produce repulsa.
En cuanto a la causa, aunque pueden ser variadas, podría “venir de nuestras raíces como mamíferos. La agresión maternal no es poco común en el mundo animal durante el tiempo de destete, y es posible que el embarazo haga que nuestros cuerpos piensen que es tiempo de destetar2.
En estos casos, la madre debe plantearse que quiere hacer y como lo quiere solucionar, porque a veces continuar en este estado nos lleva incluso a tener sentimientos negativos hacia el niño que él experimenta como algo doloroso. Tener apoyo familiar y acudir a un grupo de lactancia puede ayudar a la madre a manejar sus sentimientos y comprender mejor la situación, pues aunque podamos sentirnos extrañas y no se escuche hablar de ello (quizá porque son pocas las mamás que amamantan de manera prolongada o durante el embarazo) es un “problema” común. Ponerle nombre y saber que no somos extraterrestres nos puede ayudar a tomar las riendas y las decisiones necesarias sin traumas ni malos sentimientos.
Por último, aunque no por ello menos importante, está el papel que el padre va a jugar en la lactancia y el proceso de destete. Es imprescindible que en un tema tan importante como este exista unidad a nivel familiar, por lo tanto, antes de tomar ninguna decisión y arrastrar al bebé a una situación u otra, es necesario que la pareja se siente a dialogar sobre las expectativas, necesidades y participación de cada uno en el proceso. De esta manera además el padre se sentirá integrado en la dinámica madre-niño y no excluido de ella, lo que le podría provocar sentimientos de rechazo e irritación.
Foto de Raquel Lozano
El padre puede acariciar, abrazar y mecer mucho al bebé desde su nacimiento para así fomentar el apego y el vínculo con su niño/a. Además, el contacto piel con piel y el colecho van a favorecer que el momento del destete se viva sin traumas. El papel que el padre puede desempeñar en este proceso va a ser muy importante, y puede facilitar muchísimo que sea una experiencia positiva tanto para la madre como para el bebé. La entrega del padre supone, por otro lado, un gran descanso para la madre, y una forma para recargar pilas y vivir más relajadamente la maternidad”3.
1 Extraído de la traducción de la liga de la leche del texto de Hilary Flower. http://www.llli.org/lang/espanol/lvaugsep03c.html
2 Ibídem
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Acerca de Multilacta Lactancia Materna

Multilacta Lactancia es un grupo de apoyo a la lactancia materna fundado en 2007.
Desde 2003 trabajó como proyecto especializado en apoyo a la lactancia materna en caso de partos múltiples (gemelos, trillizos o más múltiples)
Desde 2007 es un grupo de apoyo generalista con especialidad en este tipo de lactancias.
Cuenta con grupos de apoyo en Madrid y León.

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